Stone Temple Pilots. Tiny Music... Songs from the Vatican Gift Shop, 1996

El primer álbum de Stone Temple Pilots (Core) tenía ese sonido grunge que el mercado de la época demandaba, mientras que el segundo (Purple), ya se alejaba de sus contemporáneos, acercándose más a un sonido nuevo, pero conservando aún la esencia grunge. Para su tercer trabajo, el sonido ya era otro. Tiny Music... Songs from the Vatican Gift Shop (1996), al ser un álbum transitorio, tiene una mezcla sónica rica, que va desde glam (Big Bang Baby, Lady Picture Show) hasta bossa nova (And So I Know), pero todo bien enmarcado dentro del rock alternativo de mediados de los 90´s bajo la producción del omnipresente Brendan O´Brien.Este periodo de la banda fue  particularmente inestable. Estas intermitencias causadas por conflictos con drogas y la policía por parte de su líder (Scott Weiland), tuvo como consecuencia la ausencia de giras promocionales, que a su vez repercutió en la cohesión del grupo.

Este periodo transitorio crearía la banda paralela Talk Show, en donde el resto de los integrantes del grupo trabajaron con otro vocalista en un nuevo proyecto. El cerebro del grupo (los hermanos DeLeo) asignaron aleatoriamente las canciones que habían preparado para ser grabadas: unas para Talk Show y otras para Stone Temple Pilots. Este accidente afortunado le dió frescura al sonido de Tiny Music... Songs from the Vatican Gift Shop, una identidad propia al álbum que años más tarde  incluso Billy Corgan elogiaría, y mencionaría como inspiración para  su banda Smashing Pumpkins.

Stone Temple Pilots pudo haber tenido un mejor lugar en la historia del rock. Un mejor lugar en el grunge tal vez. Y es que -sólo en ocasiones- eran mejor que Nirvana, mejor que Pearl Jam, mejor que Alice in Chains e inclusive mejor que Soundgarden. Pero los problemas derivados por las  drogas no permitieron a Scott Weiland y compañía acabar de dejar ese legado al lado del olimpo del grunge.

Carlos DuArte

Experto en técnicas de marketing digital y apasionado de la música, con una gran devoción por el sonido cálido del vinilo y un amor por el grunge de los 90s. Combina esta pasión con una perspicacia estratégica. Como en la vida real: crudeza y sinceridad. Banda favorita: “¿existe un híbrido mutante entre Pearl Jam & Pixies?”

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