Quiero compartir mi experiencia al escuchar el vinilo "The Stone Roses". Tuve la fortuna de estar en Londres y adquirir en Sister Ray una versión especial de pasta roja de este clásico. Este sr. álbum de la banda inglesa del mismo nombre fue lanzado en 1989 y desde entonces se ha convertido en un clásico del rock.

Desde el primer momento en que puse el disco en mi aparato, supe que estaba en presencia de algo especial. La intro de la canción "I Wanna Be Adored" con ese bajo tan emblemático y la voz de Ian Brown, creó una atmósfera mágica y atrapante. Hipnótico. Me sentí transportado a otra época, a los años 60, pero estando en finales de los 80! Una experiencia fuera de sitio.

La mezcla de géneros en el álbum es algo que me llamó mucho la atención. Se puede sentir la influencia del rock psicodélico y el pop. ( Beatles, Smiths e incluso en algunas letras hasta la irreverencia punk de los Pistols).La letra de las canciones también me parecían un misterio en esa época. En "I Wanna Be Adored", Ian Brown canta "I don't have to sell my soul, he's already in me" ("No tengo que vender mi alma, él ya está en mí"), lo que me hizo pensar en la idea de la trascendencia a través de este mantra continuo. En "She Bangs the Drums", la letra tiene un tono más rebelde, ¡la frescura del sonido Madchester en pleno!Mención aparte la hermosa "Waterfall", una hermosa balada, tan perfecta que parece accidente.

La producción del John Leckie es excelente. Los arreglos de guitarras de un muy joven John Squire son impresionantes, así como la calidad de la voz de Ian Brown y la sección rítmica (demoledora) a cargo de Mani y Reni. En resumen, "The Stone Roses" es un álbum increíble, un clásico que puso los cimientos para el Britpop venidero. Su mezcla de géneros, letras y producción lo convierten en un clásico que nunca pasa de moda. Una cápsula del tiempo hermosa.